En contextos como el actual, la
mayoría de las personas que están en búsqueda de empleo o bien en búsqueda de
un cambio a nivel profesional, se preguntan con inquietud, qué es lo que en realidad buscan las empresas. La respuesta a esta
pregunta siempre ha sido uno de los grandes desafíos para los que están
buscando trabajo y, más aun, en momentos
como los actuales donde ha habido un redefinición de casi todo.
En cualquiera de los casos, una
primera premisa que las personas deben tener en cuenta es que, en su decisiones
de a quien contratar, las empresas innovadoras y atractivas ponen el 40% del
peso de la selección en los conocimientos y experiencias de los candidatos, y
el 60% restante en las actitudes, habilidades y valores que posean los
aspirantes. Esto nos habla de forma contundente del gran peso que presenta en
un proceso de selección cualquiera, lo que podamos dar en llamar “la dimensión no visible” del
candidato.
Esta parte no visible del
candidato puede concentrarse en torno a una serie de variables que son
relevantes en cualquier proceso de selección y que se pueden resumir en los
siguientes aspectos:
1.
Capacidad
de adaptación al cambio: facilidad de los candidatos para aprender a
utilizar nuevas tecnologías, para asumir nuevas responsabilidades, para poder
trabajar con equipos diversos y diferentes y para ser resolutivos.
2.
Capacidad
de resilencia: es decir, capacidad para salir de situaciones adversas, para
encontrar soluciones a los problemas, para aceptar situaciones críticas de
manera razonable….
3.
Inteligencia
práctica: capacidad de las personas para concretar sus conocimientos y
aplicarlos a situaciones reales. Capacidad para poder teorizar y al mismo
tiempo aplicar los análisis con rapidez y practicidad. Capacidad para estar
centrado en los objetivos fundamentales.
4.
Capacidad
de trabajo en equipo: es decir, que las personas tengan en cuenta el
trabajo de los demás. Que sepan exponer sus ideas sin imposiciones. Que sean
personas polivalentes y flexibles y, con ideas renovadoras.
5.
Aprendizaje
continuo: personas con alta formación pero que sigan perfeccionándose en
nuevos conocimientos y habilidades.
6.
Y además,
personas con espíritu emprendedor, éticas, responsables personal y socialmente,
equilibradas, innovadoras, motivadoras, persuasivas y carismáticas, con
agilidad mental, etc….
A la luz de estos aspectos,
muchas personas piensan que las empresas buscan “super-hombres” o
“super-mujeres”, pero no es así. Todos,
de una manera o de otra, tenemos muchos de esos aspectos inherentes en nuestro
perfil. Es importante realizar un autoanálisis sincero que nos permita llegar a
identificar nuestras fortalezas y nuestros aspectos a mejorar. Y una vez
realizado este análisis, poner los medios necesarios para poder perfeccionarnos
como profesionales. Las empresas viven en un contexto innovador y precisan de
personas altamente cualificadas en estos aspectos. El mercado competitivo así
lo exige. Con lo cual, el tema (y en esto tengo muchas discusiones con
candidatos), es cómo las personas nos adecuamos a las nuevas exigencias del
mercado y empresas, y no al revés. No tener esto claro, no querer perfeccionar
o superar nuestras debilidades, es lo que nos deja fuera del mercado laboral.
Quizás lo que voy a decir ahora,
pueda no sentar bien a algunos, pero lo cierto es que en el mercado hay muchas
oportunidades laborales. Lo que ocurre es que ya no se busca lo mismo que
antes, ya no se accede a esas oportunidades de la misma forma, ya no se trabaja
como antes, ya no se piden las mismas cosas que antes. Es una época de cambios.
Si no hacemos por cambiar, los cambios nos arrollarán y nos sacarán fuera.
Tenemos que superar los convencionalismos y prejuicios del pasado y construir
nuevas visiones de nosotros mismos para poder encontrar un hueco en el nuevo
escenario.
La suerte, es un factor que
también juega en todos estos procesos. Pero como decía Jacinto Benavente,
“mucha gente piensa que tener talento es cuestión de suerte, cuando lo que
ocurre es que tener suerte es cuestión
de talento”. Y el talento (unión de
conocimientos+habilidades+actitudes+experiencias) es algo que se puede
construir. No es algo innato. Es algo que debemos trabajar.