viernes, 17 de enero de 2014

¿Qué buscan las empresas?

En contextos como el actual, la mayoría de las personas que están en búsqueda de empleo o bien en búsqueda de un cambio a nivel profesional, se preguntan con inquietud, qué es lo que en realidad buscan las empresas. La respuesta a esta pregunta siempre ha sido uno de los grandes desafíos para los que están buscando trabajo y, más aun,  en momentos como los actuales donde ha habido un redefinición de casi todo.
En cualquiera de los casos, una primera premisa que las personas deben tener en cuenta es que, en su decisiones de a quien contratar, las empresas innovadoras y atractivas ponen el 40% del peso de la selección en los conocimientos y experiencias de los candidatos, y el 60% restante en las actitudes, habilidades y valores que posean los aspirantes. Esto nos habla de forma contundente del gran peso que presenta en un proceso de selección cualquiera, lo que podamos dar en llamar “la dimensión no visible” del candidato.
Esta parte no visible del candidato puede concentrarse en torno a una serie de variables que son relevantes en cualquier proceso de selección y que se pueden resumir en los siguientes aspectos:
1.       Capacidad de adaptación al cambio: facilidad de los candidatos para aprender a utilizar nuevas tecnologías, para asumir nuevas responsabilidades, para poder trabajar con equipos diversos y diferentes y para ser resolutivos.
2.       Capacidad de resilencia: es decir, capacidad para salir de situaciones adversas, para encontrar soluciones a los problemas, para aceptar situaciones críticas de manera razonable….
3.       Inteligencia práctica: capacidad de las personas para concretar sus conocimientos y aplicarlos a situaciones reales. Capacidad para poder teorizar y al mismo tiempo aplicar los análisis con rapidez y practicidad. Capacidad para estar centrado en los objetivos fundamentales.
4.       Capacidad de trabajo en equipo: es decir, que las personas tengan en cuenta el trabajo de los demás. Que sepan exponer sus ideas sin imposiciones. Que sean personas polivalentes y flexibles y, con ideas renovadoras.
5.       Aprendizaje continuo: personas con alta formación pero que sigan perfeccionándose en nuevos conocimientos y habilidades.
6.       Y además, personas con espíritu emprendedor, éticas, responsables personal y socialmente, equilibradas, innovadoras, motivadoras, persuasivas y carismáticas, con agilidad mental, etc….
A la luz de estos aspectos, muchas personas piensan que las empresas buscan “super-hombres” o “super-mujeres”, pero no es así.  Todos, de una manera o de otra, tenemos muchos de esos aspectos inherentes en nuestro perfil. Es importante realizar un autoanálisis sincero que nos permita llegar a identificar nuestras fortalezas y nuestros aspectos a mejorar. Y una vez realizado este análisis, poner los medios necesarios para poder perfeccionarnos como profesionales. Las empresas viven en un contexto innovador y precisan de personas altamente cualificadas en estos aspectos. El mercado competitivo así lo exige. Con lo cual, el tema (y en esto tengo muchas discusiones con candidatos), es cómo las personas nos adecuamos a las nuevas exigencias del mercado y empresas, y no al revés. No tener esto claro, no querer perfeccionar o superar nuestras debilidades, es lo que nos deja fuera del mercado laboral.
Quizás lo que voy a decir ahora, pueda no sentar bien a algunos, pero lo cierto es que en el mercado hay muchas oportunidades laborales. Lo que ocurre es que ya no se busca lo mismo que antes, ya no se accede a esas oportunidades de la misma forma, ya no se trabaja como antes, ya no se piden las mismas cosas que antes. Es una época de cambios. Si no hacemos por cambiar, los cambios nos arrollarán y nos sacarán fuera. Tenemos que superar los convencionalismos y prejuicios del pasado y construir nuevas visiones de nosotros mismos para poder encontrar un hueco en el nuevo escenario.

La suerte, es un factor que también juega en todos estos procesos. Pero como decía Jacinto Benavente, “mucha gente piensa que tener talento es cuestión de suerte, cuando lo que ocurre es que  tener suerte es cuestión de talento”. Y el talento (unión de conocimientos+habilidades+actitudes+experiencias) es algo que se puede construir. No es algo innato. Es algo que debemos trabajar.